La búsqueda constante de nuestras metas es muy importante, aunque sea más importante saber para que perseguimos esa meta, tener claros los objetivos. Pero, ¿Con cual actitud perseguimos nuestros sueños? Hay quien lo hace de manera pausada, disfrutando cada paso, aprendiendo de cada nueva experiencia, otros tienen una actitud más agresiva o van apurados... Independientemente, hay que tener un ingrediente esencial y poderosisimo: la alegría, el entusiasmo, las ganas de hacer, las ganas de llegar. Se siente mucha tristeza cuando se está solo y alejado de la persona que amas pero al pensar en llegar pronto a su lado, entonces la chispa se enciende, el amor fluye, ese amor maravilloso que lo llena todo, que hace que cada puerta cerrada se abra de par en par, y Ágape, el entusiasmo, nos trae junto a él la fe, pues sin ellos podemos perder cuando ya habíamos ganado.
No podemos permitir que se escape el entusiasmo cuando sentimos pequeñas o grandes derrotas o fracasos a lo largo del camino, pues, hay muchas batallas, unas se ganan, otras no, pero lo verdaderamente importante es la victoria final, y ese día tener la certeza de que ya se ha aprendido la lección necesaria. Espero llegar muy pronto a mi meta, se que ya es el momento!