En nuestro país se ha gestado una profunda crisis moral,
social, además de la crisis económica. Estamos sectorizados, separados, sumidos
en una actitud de intolerancia e irrespeto hacia nuestros semejantes, incluso,
hacia familiares y amigos. La palabra RESPETO suena como grosería, mientras que
ahora podemos llamarnos "hijo de puta" pues la frase ha sido
discutida en un tribunal dando como resultado que no es de ningún modo un
vilipendio u ofensa, TOLERANCIA… Es una palabra olvidada, los cristianos
evangélicos aborrecen y discriminan a los “hermanos” de otras religiones (¿Sabrán lo que significa hermandad?), los
católicos ya no saben que hacer para tapar lo podrido de aquellos quienes
pretenden ser más que los demás por ser sacerdotes y siguen profiriendo ofensas
contra los que no practican su misma religión. Lo peor, ambos son
cristianos. No digamos de los que practican religiones politeístas o panteistas, parece que son ante los ojos de los antes nombrados una suerte de diabólicos engendros. Los que tienen un poco de
holgura económica derrochan y los que están económicamente deprimidos se
resienten de ello, muchos no sabemos como ayudar, muy
pocos agradecen lo que se les ha dado.
La tolerancia ya no se practica entre los familiares, si no estoy de acuerdo con algún familiar lo critico de la mas dura manera existente y lo destierro de mi entorno, ya no se hace como me enseñaron, "dejelo solo para que aprenda y deje abierta a ese ser las puertas de su casa y las de su corazón". Eso diría mi abuela que ya está en otro plano de existencia. (Abuela, te fuiste muy pronto, pero, doy gracias porque si aun vivieras estuvieses aun más decepcionada que yo) A nivel político si hay algún desacuerdo hasta parejas con años de convivencia se han separado dejando un vacío en la vida de sus hijos, ¿Sólo por un desacuerdo político? ¡No puede ser! ¿Y la tolerancia, donde fue a parar? Y no es que este de acuerdo con atrocidades que estan ocurriendo en Venezuela, no soy tolerante ante crímenes, pero entre amigos, familiares, comunidades la tolerancia debe ser la premisa, la falta de esta palabra mágica es una de las causas por las cuales han salido más venezolanos a probar suerte en otras tierras. Una palabra dulce no cuesta nada, aplaca la ira y enriquece el corazón, una palabra áspera puede lastimar de tal manera el alma de una persona que endurezca su ánimo hasta llegar a ser irracional. Por los momentos convoco a la Diosa y al Dios a influir en nuestras vidas de tal manera que podamos ser un poco más tolerantes con todos aquellos que nos rodean. Así sea!!!

